Semana Santa Acompañando a la santísima Virgen María Madre Dolorosa

Semana Santa Acompañando a la santísima Virgen María Madre Dolorosa.

Semana Santa Acompañando a la santísima Virgen María Madre Dolorosa

Que noche triste!

Que sentía tu corazón de Madre después de ver a tu amado Hijo muriendo en la cruz?

Cuáles fueron tus pensamientos de Madre cuando lo bajaron de la cruz y lo depositaron en tu regazo de Madre?

Que fuerte momentos pasaste María al ver que Jesús, tu niño Jesús estaba sin vida en tus brazos amorosos que tanto lo cobijo.

Perdón Jesús!

Perdón por tu sufrimiento, cordero inocente que mueres por mi, perdón por hacerle sufrir a tu Madre Bendita, por culpa nuestra!

Perdón, perdón, perdón!

Gracias a la vez porque tu sufrimiento y muerte en la cruz me valió la vida, nos valió la vida a todos!

Que gran precio tuviste que pagar por rescatarme de la muerte Señor!

Solo puedo decirte perdón oh Dios mío y gracias por dar tu vida por nosotros!

Ayúdame Madre María que no haya sido en vano tanto sacrificio, tanto dolor.

Ayúdame a corresponder al amor de Cristo Jesús, oh Madre Dolorosa!

Madre de los Dolores, en este día de luto y tristeza, nos unimos a ti en tu dolor, meditando en los Siete Dolores que traspasaron tu corazón.

Contemplamos tu rostro afligido, reflejo del sufrimiento de tu Hijo amado, Jesús, crucificado por nuestros pecados.

Sentimos compasión por tu inmenso dolor, pero también admiramos tu fortaleza y tu fe inquebrantable.

Te presentamos nuestras propias penas y dolores, confiando en tu maternal intercesión ante el trono de Dios.

Acompáñanos en este camino de dolor y sufrimiento, dándonos la fuerza para seguir adelante con esperanza.

Que tu ejemplo de fe y resignación nos inspire a vivir nuestras cruces con amor y entrega.

Ruega por nosotros, pecadores, para que obtengamos el perdón de nuestros pecados y la gracia de la conversión.

Alcánzanos la paz y la alegría que solo tu Hijo Jesús puede dar.

Madre de los Dolores, enséñanos a amar como tú amas, a sufrir como tú sufres, a esperar como tú esperas.

Que al final de nuestra vida, podamos gozar contigo de la gloria eterna en el cielo.

Oh, Nuestra Señora de los Dolores, Madre de compasión y amor infinito, hoy me acerco a ti con el corazón cargado de pesares y tristezas.

Sé que en tus manos mis lágrimas encuentran consuelo y mis dolores hallan alivio.

En este momento de oración, te pido que me acompañes en este camino de dolor y sufrimiento que atravieso.

Tú, que comprendiste el profundo significado del sufrimiento al ver a tu Hijo, Jesús, cargando con la cruz, intercede por mí ante Él.

Que tu amorosa presencia me dé fuerzas para sobrellevar mis tribulaciones con paciencia y fe.

Madre bondadosa, tú que experimentaste el peso del dolor en tu corazón, comprendes las heridas que atraviesan mi alma y conoces las lágrimas que derramo en secreto.

Te ruego que me ayudes a encontrar consuelo en medio de la oscuridad, y que me enseñes a confiar en la promesa de que después de la noche más oscura, siempre llega el amanecer.

Que tu ejemplo de fortaleza y entrega ante el sufrimiento sea mi guía en este camino de prueba.

Que cada lágrima derramada se convierta en una oración silenciosa que llegue al corazón de Dios, y que cada dolor ofrecido sea un acto de amor que alivie el sufrimiento del mundo.

Nuestra Señora de los Dolores, en tu mirada encuentro consuelo y en tu regazo halla reposo mi alma atribulada.

Permíteme recostar mi cabeza en tu regazo materno y encontrar en ti el consuelo que tanto necesito.

En tus manos encomiendo mis penas y aflicciones, confiando plenamente en tu poderosa intercesión.

Te suplico, oh Madre amorosa, que acompañes a todos aquellos que están atravesando momentos de dolor y sufrimiento.

Que tu presencia maternal les brinde consuelo y esperanza, y que tu intercesión ante Dios les obtenga la gracia de la fortaleza y la paz interior.

Concédenos, oh María, la gracia de aceptar con amor y serenidad la cruz que Dios nos ha dado, sabiendo que a través del sufrimiento podemos unirnos más íntimamente a tu Hijo y participar de su redención.

Que en medio de nuestras penas, siempre encontremos en ti un refugio seguro y una fuente inagotable de consuelo. Amén.

Esta oración es acompañar a Nuestra Señora de los Dolores en su sufrimiento, meditar en sus Siete Dolores, y pedir su intercesión para obtener el perdón de los pecados, la paz, la alegría y la gracia de la conversión.

Que esta oración sea de gran ayuda para aquellos que desean acompañar a Nuestra Señora de los Dolores en este día de luto y tristeza.

Que su fe se fortalezca y su esperanza se renueve al contemplar el amor y la misericordia de Dios en la vida de Jesús y María.

Recuerda que la Virgen María es nuestra Madre celestial y siempre está dispuesta a escucharnos y ayudarnos.

Acércate a ella con confianza en este día de luto y tristeza, y pídele que te acompañe en tu dolor.

Te invito a que también compartas esta oración con tus amigos y familiares para que juntos podamos acompañar a Nuestra Señora de los Dolores en este día tan importante.

A JESÚS POR MARÍA!

Bendecida noche.

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Semana Santa Acompañando a la santísima Virgen María Madre Dolorosa.

Enviado por: María Inés D. Schulz.