PADRE BUENO LLÉNAME DE TU ESPÍRITU SANTO.
Padre Bueno, yo me abandono a Tus manos, lléname de tu Espíritu Santo, inunda mi cuerpo y mi alma de Tu presencia.
Con los ojos cerrados y abandonado a Tu presencia, puedo sentir a Jesucristo llenándome de ese calor de amor sanador que invade mi cuerpo.
Siento su presencia que llena mi corazón y mi vida.
Ahora te doy gracias por todo lo que estás haciendo en mi cuerpo, en mi alma y en mi espíritu.
Tu Señor estás conmigo con esa presencia de paz y tranquilidad, es la que estaba ansiando y ahora siento que mi corazón esta en tu corazón.
Jesucristo he aquí tus ángeles, querubines, ángel de mi guarda, que has enviado para cumplir tu proyecto en mi vida.
Sí Señor, que Tus planes estén en mi salvación, y mi libertad sea el testimonio para glorificar tu Nombre por siempre. Amén.
A ti Oh Virgen María, Madre del Verbo Encarnado, Madre de la Divina Gracia, Reina de los Apóstoles y Reina Amable, gracias por tu intercesión y tu Bendición, Oh Madre nuestra. Amén.
Jesús te pido con todo mi amor que Bendigas a la persona que esta leyendo este mensaje, ilumina su camino con la luz de Tu Divina Gracia. Amén.
Enviado por: María A. Vasquez.