Oración al arcángel san Miguel protégenos de todo mal.
¡Oh glorioso arcángel san Miguel!
El más próximo a la Divinidad y el más poderoso defensor celestial, símbolo de la lucha y la victoria sobre el mal, arcángel puro y perfecto, haz que permanezcamos fuertes ante la adversidad, para que sepamos encontrar nuestra luz interior, guíanos y protégenos en nuestros caminos y con tu virtud ampáranos todos los días de nuestra vida.
Te rogamos nos ayudes, en unión con los Serafines obtennos la gracia de abandonar el pecado e inflama en nuestros corazones el Santo Amor de Dios.
En unión con los Querubines defiéndenos de los asaltos, de las sugestiones, incitaciones y tentaciones del enemigo y derrama en nuestras almas el espíritu de la Humildad.
En unión con los Tronos nunca permitas que seamos oprimidos y esclavizados por los espíritus del mal, por tiranías, abusos e injusticias, por hechicerías y brujerías, y concédenos la gracia de dominar nuestros sentidos y corregirnos de nuestros malos hábitos.
En unión con las Dominaciones protege nuestra fe y danos sabiduría y prudencia.
En unión con los Poderes atiende nuestras necesidades y concedernos una actitud generosa para dedicarnos al servicio de los demás.
En unión con las Virtudes libéranos de nuestros adversarios, de los falsos testimonios, de las malas lenguas,de las humillaciones y vejaciones, de las envidias, intrigas y rencores, de los celos y los malos tratos, de los agresores y violentos, de los depravados y viciosos, de las desdichas, desgracias, y de todo mal que el enemigo utilice para herirnos y atormentarnos.
En unión con los Principados concédenos el deseo tenaz de liberarnos, tanto a nuestras familias, como a todos los que nos rodean y a nosotros mismos, de enfermedades corporales y mentales y sobre todo espirituales.
En unión con los Arcángeles, haz que el Señor nos ayude a ser testimonios vivos de Cristo, llevando una vida pura, llena de gozo en el Amor Divino y que seamos capaces de transmitirla, mediante nuestros, actos a los demás.
En unión con los Ángeles protégenos durante esta vida, asístenos en nuestra agonía y condúcenos inmediatamente al cielo para compartir con ellos la contemplación de la Gloria Eterna de Dios. Amén.
Enviado por: Francia Azul. (USA)