Oración al Espíritu Santo para grandes necesidades.
Dios Espíritu Santo, ¡Ven! ¡Ven a llenarme de tu gracia y de tu amor!
Te invoco a ti desde mi debilidad, mis limitaciones y mi pobreza espiritual, para que con tu fuerza vengas a transformarme, a sanarme, a renovarme.
A darme la fortaleza que necesito para ser una persona nueva en ti, una persona santificada por tu acción y guiada por tu luz.
Ven, por favor, Santo Espíritu de Dios, a curarme de la indiferencia, del egoísmo, de la tibieza, del conformismo.
Lléname con el fuego de tu amor para que sea capaz de vivir el evangelio y compartirlo con las personas que en este día tú pongas en mi camino.
¡Ven Espíritu Santo a darme vida!
Ven a habitar en mi interior, para que tu fuerza me dé valor; para que tu amor purifique y reavive mi amor; para que tu sabiduría me ilumine a fin de enfocarme siempre en el bien.
Para que me ayudes a servir a mis hermanos, dando testimonio fiel de tu presencia viva y de tu acción entre nosotros.
Es muy reconfortante, Espíritu de Dios, saber que siempre estás conmigo, acompañándome, protegiéndome, y guiándome.
Totalmente dispuesto a escucharme con atención, con afecto, con verdadera apertura y sobre todo, con amor de Padre.
Ahora que me he puesto en tu presencia y que estoy consciente de que estás conmigo y escuchándome, voy a cerrar por un momento los ojos para centrarme, sin distracciones, en este diálogo que estoy teniendo contigo y comentarte todo lo que hay en mi corazón.
En este momento con mucha fe y amor, hacer la petición que usted necesita.
Te quiero mencionar todo lo que me alegra, lo que me ilusiona, lo que me hace sentir bien, pero también lo que me inquieta, lo que me preocupa, lo que me quita la paz.
Nuevamente, en este momento, hacer la petición que usted necesita.
Todo eso de lo que he hablado contigo, lo pongo delante de ti, y aunque tú lo sabes todo, es de gran ayuda para mí, poder decírtelo y sobre todo saber que tú lo tomas en cuenta.
Ya que he hablado contigo, ahora quiero centrarme en lo que Tú me quieres decir y me mantendré atento por un pequeño espacio de tiempo, porque en el silencio de mi interior, quiero escucharte.
“Habla Señor, que tu siervo escucha”.
Después de haberte escuchado, quiero actuar de acuerdo a lo que me has inspirado en esta oración.
Señor, quédate conmigo en todo momento. Amén.
La mejor manera de pedir que se produzca un milagro es orar y rezar pidiendo lo que necesitamos.
Enseña a tus hijos a rezar a la virgen María y Ella cuidará de tu hijo, con la ayuda del ángel guardián.
Si te gustó la oración compártela en tus grupos preferidos, con tus seres queridos o con cualquier persona que pueda necesitarla.
Oración al Espíritu Santo para grandes necesidades.
Enviado por: Valeria Briss. (México).