Oración al DIVINO NIÑO para una petición difícil y desesperada

Oración al DIVINO NIÑO para una petición difícil y desesperada

Oh Divino Niño Jesús, sublime y amoroso protector de los corazones afligidos, hoy elevo mi voz hacia Ti con humildad y devoción.

En este momento de incertidumbre y desesperación, recurro a tu divina presencia buscando consuelo y auxilio para superar esta prueba que agobia mi alma.

Tú, que en tu ternura infinita escuchas los clamores de tus hijos más necesitados, te pido que extiendas tu mano poderosa sobre mi vida y atiendas esta petición que yace en lo más profundo de mi ser.

Concede, oh Divino Niño, la gracia que tanto anhelo y que me parece inalcanzable por mis propias fuerzas.

En esta hora de tribulación, deposito mi confianza en tu bondad infinita y en tu misericordia sin límites.

Tú, que conoces cada uno de mis pensamientos y deseos, sabes cuán grande es mi necesidad y cuánto anhelo tu auxilio divino.

Con humildad y fe, te suplico, oh Divino Niño Jesús, que intercedas por mí ante el Padre Celestial.

Concede, con tu gracia, la solución a esta difícil situación que atravieso, ilumina mi camino con tu luz divina y fortalece mi corazón para afrontar los desafíos que se presenten.

Que tu amor incondicional y tu infinita compasión me acompañen en cada paso que dé, y que tu presencia divina disipe toda angustia y desesperanza de mi ser.

Permíteme experimentar tu poder sanador y liberador, oh Divino Niño, y sé tú mismo quien transforme esta prueba en una oportunidad para crecer en fe y confianza en ti.

Te entrego, oh Divino Niño Jesús, todos mis temores, preocupaciones y anhelos, confiando plenamente en que tu amoroso corazón obrará maravillas en mi vida.

Oh Divino Niño Jesús, luz resplandeciente en la oscuridad de nuestras aflicciones, hoy me arrodillo ante tu divina presencia con el alma cargada de necesidades y anhelos.

En este instante de incertidumbre y desesperación, busco refugio en tu amor infinito y en tu poder redentor, confiando en que escuchas mis súplicas con compasión y misericordia.

Tú, que naciste en un humilde pesebre para enseñarnos el camino del amor y la redención, conoces cada fibra de mi ser y cada detalle de mis penas.

Ante ti, oh Divino Niño, derramo mis preocupaciones y mis angustias, depositando mi fe y mi esperanza en tu divina bondad.

En esta hora de tribulación, te pido que extiendas tu mano poderosa sobre mi vida y sobre todas las personas que enfrentan dificultades y desafíos.

Concede, oh Niño Jesús, la gracia que tanto necesitamos para superar las pruebas que se interponen en nuestro camino y para encontrar consuelo en medio de la tormenta.

Encomiendo a tu divina protección a aquellos que están enfermos, afligidos o desamparados, rogando por su pronta recuperación y por el alivio de sus sufrimientos.

Tú, que eres el médico de los enfermos y el consuelo de los afligidos, acoge nuestras súplicas y sana nuestras heridas físicas, emocionales y espirituales.

Oh Divino Niño, en tu infinita misericordia, escucha nuestras peticiones y socórrenos en nuestras necesidades más apremiantes.

Concede empleo a los desempleados, consuelo a los afligidos, paz a los atribulados y esperanza a los desesperanzados.

Que tu amor incondicional y tu poder sanador sean nuestra fortaleza en medio de la adversidad, y que en tu divina presencia encontremos consuelo y renovación.

Permítenos experimentar tu presencia viva y actuante en nuestras vidas, y que tu luz divina disipe toda oscuridad y desesperanza de nuestro ser.

En ti confiamos, oh Divino Niño Jesús, y en tus manos ponemos nuestras cargas y preocupaciones.

Que tu voluntad se cumpla en nuestras vidas, y que a través de esta experiencia de fe y confianza en ti, podamos crecer en amor y servicio a los demás.

Que tu divina voluntad se cumpla en mí, y que a través de esta experiencia, pueda yo glorificar tu santo nombre y testimoniar tu poder salvador ante el mundo.

En ti confío, oh Divino Niño Jesús, y en tus manos pongo mi destino. Amén.

La mejor manera de pedir que se produzca un milagro, es orar y rezar pidiendo lo que necesitamos.

Enseña a tus hijos a rezar a la virgen María, y Ella cuidará de tu hijo, con la ayuda del ángel guardián.

Si te gustó la oración compártela en tus grupos preferidos, con tus seres queridos o con cualquier persona que pueda necesitarla.

Es una Bendición tenerte con nosotros.

¡Que tengas un día maravilloso y lleno de bendiciones!

Gracias por orar conmigo.

Enviado por: Dulce María. (México).