Oración a la virgen María para pedir protección y consuelo.
Acuérdate, piadosísima Virgen María, que en tus celestiales apariciones, prometiste mostrar tu clemencia amorosa y tu compasión a los que te veneramos y amamos, a los que te buscamos y solicitamos tu protección.
A Ti clamamos en nuestras debilidades y aflicciones, ofreciéndonos escuchar nuestros ruegos, enjugar nuestras lágrimas y darnos consuelo y alivio.
Que Jamás se ha oído decir que ninguno de los que hemos implorado tu seguro abrigo, y hemos buscado en ti refugio y auxilio, hayamos sido abandonados.
Con esta confianza acudimos a Ti, siempre Virgen María!
Madre del Dios verdadero, y aunque gimiendo bajo el peso de nuestros pecados, venimos a postrarnos en tu presencia soberana, seguros de que te has de dignar cumplir misericordiosa tus promesas.
Confiamos que no ha de molestarnos, ni afligirnos percance ni desgracia alguna.
Ni tendremos que temer enfermedad ni peligro, ni accidente penoso, ni riesgo en viaje, ni trance lastimoso, ni aflicción, ni pena, ni dolor alguno, estando bajo tu cuidado, bajo tu sombra y amparo.
Ya que en admirable imagen has querido quedarte con nosotros, Tú que eres nuestra Madre, nuestra salud y vida, estando en tu regazo maternal y corriendo en todo por tu cuenta, no necesitamos ya de ninguna otra cosa.
No deseches, ¡oh, Santa Madre de Dios! nuestras súplicas, antes bien, inclina a ellas tus oídos compasivos y escúchanos favorablemente, Amén.
Pedir ahora lo que se desea conseguir.
Rezar un Avemarías, un Padrenuestro y un Gloria.
Enviado por: Carolina Gómez. (México)