Sobran méritos para confiar en la virgen María como modelo de familia.
Dios eligió a una mujer que con su actitud nos demostró que efectivamente era digna de ser Madre de Dios, y con esto nos damos cuenta como para Dios todos somos importantes, y que para Él no es preferente el nivel socio-económico de sus hijos, y así la mujer que da a luz al Hijo de Dios, es sencilla y simple, pero muy importante para Él, así lo explica San Lucas: “Y entrando, (el ángel) le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.” (Lucas 1, 28-31)
Así, no queda duda de que María fue favorecida y fue muy importante para Dios y luego para todo el mundo, ella desde que recibió la visita del ángel en la anunciación, demostró su amor y fidelidad al Padre.
Pureza e inocencia de corazón quedó a la vista del ángel Gabriel, es así como María dijo al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?” (Lucas 1, 34), y el ángel le contesto: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.
Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. (Lucas 1, 35-38).
De esta forma María nos enseñó su fe y su obediencia.
María nos muestra su humildad, su respeto y amor a Dios, con su obediencia, y lo hizo a través de toda su vida, y acompaño a su Hijo con lealtad y amor en todos los momentos, allí estuvo ella al pie de la cruz, hasta el último segundo, a pesar de que muchos ya habían abandonado a su Hijo.
María participó en el plan de Dios para nuestra salvación al ser Madre de Jesús, porque no ver en ella entonces la ayuda necesaria para la salvación de los males de la familia, como esposa y madre modelo, acompañado de un ejemplo de esposo, San José, también ejemplo de padre con su hijo.
Sobran méritos para confiar en María la ayuda que necesitamos en nuestra familia, ella asumió perfectamente el papel de madre y esposa, y lo continuó dando este ejemplo a través de toda su vida terrenal. <>
Enviado por: Mariana Paz.