Limpiame Señor de tristezas, desesperanzas y pensamientos negativos.
Señor Jesús, gracias por compartir conmigo tu maravilloso ministerio de sanación y liberación.
Gracias por las sanaciones que he vivido hoy. Entiendo que la enfermedad provocada por el maligno es más de lo que mi humanidad puede soportar; por eso te pido que me limpies de cualquier tristeza, pensamiento negativo o desesperanza que haya cogido durante mi intercesión por otros.
Si he sido tentado al odio, la impaciencia o la lujuria, límpiame de esas tentaciones y reemplázalas con amor, gozo y paz.
Si cualquiera de esos espíritus se ha aferrado a mí o me oprime de cualquier manera, les ordeno ahora mismo a ustedes, espíritus de la tierra, del fuego, del agua, del mundo de las tinieblas o fuerzas malignas de la naturaleza que se aparten de mí y que se vayan directamente ante la presencia de Jesucristo, para que él trate con ustedes como a él le parezca.
Ven Espíritu Santo, renuévame, lléname de nuevo con tu poder, tu vida y tu gozo. Fortaléceme donde me sienta débil y vísteme con tu luz. Lléname con tu vida. Señor Jesús, por favor, envía a tus santos ángeles a socorrerme y a protegerme de todo tipo de enfermedad, daño y accidentes. Te doy gracias y te alabo mi Señor, Dios y Rey.
Gracias, Señor Jesús, por despertar mi espíritu que estaba dormido y traerme hacia tu luz. Gracias, Señor, por transformarme a través de la renovación de mi mente. Gracias, Señor, por derramar tu Espíritu sobre mí y revelarme tu Palabra. Gracias, Señor, por dar a tus ángeles el deber de cuidarme en todos mis caminos. Gracias por mi fe en ti y porque de mi interior correrán ríos de agua viva. Gracias por dirigir mi corazón y mi mente hacia el amor del Padre y la inmutabilidad de todos tus caminos. Lléname hasta rebosar con tu vida y amor, mi Señor y Rey, Jesucristo. Amén.
Enviado por: Oscar Alejandro Tamez Bazan.