LA MEJOR MADRE DEL MUNDO ES LA VIRGEN MARÍA

LA MEJOR MADRE DEL MUNDO ES LA VIRGEN MARÍA

No hay como el amor de una madre, definitivamente la Virgen María es la mejor madre e intercesora y sea cual sea la advocación de la Virgen ella es muy milagrosa, nuestras oraciones son especialmente tomadas por su corazón inmaculado y llevadas a Dios nuestro señor.

Toda la gracia para la Virgen María.

Particularmente doy testimonio de su amor y dulzura.

De la forma en que acoge nuestras plegarias y las lleva a Dios.

SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. GRACIAS POR TODO LOS MILAGROS QUE HAZ HECHO Y SIGUES HACIENDO EN MI VIDA. GRACIAS JESÚS. GRACIAS DIOS.

SINO ES POR SU AYUDA QUIEN MAS ME HUBIERA SACADO DEL ABISMO.

SIGUE DERRAMANDO TUS BENDITAS GRACIAS SOBRE NOSOTROS TUS HIJOS QUE SEDIENTOS ESTAMOS DE TU AMOR Y TU AMPARO.

SANA NUESTROS CORAZONES.

SANA LAS HERIDAS DE NUESTRAS ALMAS Y PERMÍTENOS SER TESTIMONIO DE TUS BONDADES Y TU MISERICORDIA A OTROS MAS NECESITADOS.

Oh maravillosa María: en ti se aprecia la belleza de la entrega, la humildad hecha mujer. 

Enfrentaste la muerte de tu hijo, y aun con tu profundo dolor adoptas a los hijos del mundo a cambio del tuyo.

OH maravillosa María déjame sonreír contigo y alegrarme porque tu sufrimiento ha pasado pues ha resucitado tu hijo y vive mi fiel amigo.

Madre de paz, de alegría, de gozo.

Mezcla inmensa dulzura y fortaleza invencible.

María madre de Cristo, Madre mía y Madre nuestra, en tu silencio se esconde el secreto de tu amor ese amor que contemplamos llenos de veneración.

Madre de Dios, virgen paciente, desde tu soledad abres paso al cielo, en tu vientre habito tu hijo, Bendito Jesús, Bendito el espíritu de Dios que en ti sembró la semilla de la luz.

MARÍA SANTA, MARÍA BUENA, MARÍA BELLA, Infinitas gracias te doy soberana princesa, por los infinitos beneficios y gracias que todos los días recibo por vuestras manos, dígnate ahora siempre tomarme bajo tu poderoso amparo y para más obligarte te saludo diciendo.

Dios te salve, Reina y Madre; Madre de misericordia; Vida, dulzura y esperanza mía; Dios te salve.

A ti clamamos, los desterrados hijos de Eva.

A ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada mía, vuelve a mí esos tus ojos misericordiosos; Y después de este destierro muéstrame a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por mí, por mi familia, por nosotros, santa Madre de Dios y Madre mía, Para que sea y seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas y gracias de nuestro señor Jesucristo Amén.

Gloria al padre, gloria al hijo y gloria al espíritu santo.

Enviado por: Carolina Jaramillo Arango.
Sonya Gabriells.
Maria victoria Muskus.