Oración El Señor no rechaza el corazón que se convierte honestamente


El Señor no rechaza el corazón que se convierte honestamente.

«Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, renueva en mi interior un firme espíritu.»

El Señor no rechaza el corazón que se convierte honestamente:

«Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré, pues no desdeñas a un corazón contrito.»

Deseamos y esperamos en el Niño Emmanuel, Príncipe de la Paz, que esta temporada de Adviento camino de la Navidad, sean ocasión especial para que el Señor nos regale un corazón sensato:

«Enséñanos lo que valen nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato.»

«Les daré un corazón nuevo y pondré en su interior un espíritu nuevo.

Quitaré de su carne su corazón de piedra y les daré un corazón de carne.

Así caminarán según mis mandamientos, observarán mis leyes y las pondrán en práctica; entonces serán mi pueblo y yo seré su Dios.»

Así es que tiene sentido la Navidad.

Así es que tienen sentido los adornos y las celebraciones, pero en la sencillez, que gusta a Jesús que es la que conviene a nuestra naturaleza y todo como testigos de una realidad eterna y no pasajera.

Que esta Navidad sea otra ocasión para el nacimiento de Jesús pero en nuestro corazón, lo que supone que nazcamos a la nueva vida, como El mismo nos lo enseñó:

«En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo desde arriba».

Nicodemo le dijo: «¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al vientre de su madre para nacer otra vez?»

Jesús le contestó: «En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.

Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu».

Bendiciones y muchos éxitos.

Enviado por: Guadalupe Hernández Ramírez Valdés.