LA EXISTENCIA DEL INFIERNO

LA EXISTENCIA DEL INFIERNOLA EXISTENCIA DEL INFIERNO.

La ultima publicación de Huellas Catolicas, donde se menciona la existencia del Infierno, no pretende asustar a nadie, la verdadera intención es dar una respuesta Bíblica a todos aquellos que no creen en la existencia del Infierno.

Todos sabemos que Dios puso frente a nosotros dos caminos, el de la Salvación y el de la Condenación, no debemos ser ajenos a está realidad.

Si bien es cierto que el Infierno existe, también es cierto que por la Gran Misericordia de Dios, tenemos la esperanza de la Salvación, pues Dios quiere que todos nos Salvemos, pero la elección es de nosotros.

Para todos los que estamos en esa búsqueda de Dios cada día, muy seguramente alcanzaremos la Salvación y tendremos un encuentro feliz con ese Dios Amado.

Negar la existencia del Infierno como lo hacen algunos, es desconocer la Palabra de Dios.

Son muchos los Pasajes Bíblicos que hablan de la existencia del Infierno.

Cristo menciona el Infierno como un lugar donde será el llanto y crujir de dientes.

También lo llama la Gemna y para que no nos queden dudas de su existencia, nos relató la Parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro, donde nos cuenta que al morir el rico Epulón, fue llevado al Infierno, por su avaricia y el pobre Lázaro que era justo fue salvó.

También la Biblia llama al Infierno el lago de fuego y en muchas partes de la Biblia se habla claramente de la existencia del Infierno.

Uno no entiende como muchas personas y aún Católicos, se atreven a afirmar que no existe el Infierno y hasta dicen que el Infierno es éste, negando una verdad que claramente enseña la Sagrada Biblia.

Otros dicen que la candela no existe en la otra vida, pero esto es falso porque la misma Biblia dice que calló fuego del Cielo y destruyó las Ciudades de Sodoma y Gomorra.

También nos cuenta la Biblia, como Dios se le apareció a Moisés en medio de una Sarza que ardía sin consumirse.

El fuego del Infierno es tan real y más Poderoso que el fuego que conocemos en la Tierra.

Enviado por: Huellas Catolicas.