Sello y protejo a mis hijos con la Bendición de Dios

Sello y protejo a mis hijos con la Bendición de Dios

Sello y protejo a mis hijos con la Bendición de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sello y protejo con el poder de la sangre de nuestro señor Jesucristo a mis hijos y le pido a Dios padre todopoderoso envíe a la virgen santísima, y a su esposo san José, a sus ángeles, arcángeles y santos del cielo para que los guarden, custodien y alejen de todo mal de toda necesidad y de toda adversidad.

Para que los asistan y guíen en sus caminos y no permitan que reciban ningún mal.

Los sello y los protejo con el poder de la sangre preciosísima de nuestro señor Jesucristo de todo accidente, de todo peligro y de toda catástrofe.

Los sello con el poder de la preciosa sangre de Jesús, que está realmente presente en la sagrada eucaristía de toda enfermedad, de todo dolor, y padecimiento físico.

Los sello y protejo con el poder de la sangre salvadora que derramó Jesucristo, por nuestra redención de todo enemigo del cuerpo y del alma, de toda persona, hechos o acontecimientos, a través de los cuales el enemigo quiera hacerles daño.

Oh mi señor Jesús,  por tu sangre derramada valiente y generosamente en la santa cruz, te ruego limpies y purifiques a mis hijos.

Sella su alma, su cuerpo, su espíritu, su mente, corazón y vida para que ganen todas las batallas contra el mal.

Te ruego les des fuerzas, salud, defensa y auxilio en todo momento, y sobre todo en cualquier mala situación.

Te pido buen Jesús por los méritos de tu sangre, no permitas que pasen por necesidades, provéelos de todo lo material y espiritual que precisen para vivir dignamente y sin preocupaciones.

Aléjalos de toda mala influencia y de todo aquello que les pueda perjudicar, rodéalos de amigos provechosos, nobles, honestos y leales, y de personas que los sepan educar, y dar buenos consejos.

Y a nosotros danos sabiduría, danos los medios para ser los buenos padres que debemos ser, y ayúdanos a ser comprensivos con ellos.

Cristo Jesús, cordero de Dios, que nos has salvado con tu sangre, te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te damos gracias rendidas y te pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu sangre sagrada, en especial la de mis hijos.

Oh sangre que nos das la paz con Dios y nos concedes misericordia y perdón, te pido no dejes de preservar a mis hijos de todo mal, que tu sangre los cubra y los haga invisibles, los auxilies y confortes en sus problemas.

Señor Jesucristo derrama tus bendiciones sobre mis hijos.

Que tu sangre señor Jesucristo fluya por sus venas, y mi amadísimo señor cristo Jesús, escóndelos en el corazón inmaculado de la santísima virgen maría.

Oh Dios que nos pides el amor de nuestro corazón, concede a mis hijos la gracia de vivir siempre en el amor a Jesús y obtener por su sangre su salvación eterna.

Nosotros depositamos en Tus divinas manos a nuestros hijos y te agradecemos por amarlos más de lo que nosotros los amamos, y sabemos y confiamos les darás un futuro lleno de esperanza, de amor, de paz, de progreso y de bienestar.

Bendito y alabado seas por siempre señor. En el nombre de nuestro señor Jesucristo. Amén. Así sea.