San Rafael arcángel oración para bienestar, prosperidad, salud.
Amado Padre celestial, así como tú enviaste al Arcángel San Rafael a quitar la ceguera a Tobías, también hoy te pido Padre Celestial que envíes al arcángel San Rafael a traer sobre mí tu medicina divina para recibir la curación en mi vida (entrégale a Dios el órgano afectado y pídele a San Rafael que descargue sobre ti la medicina del cielo).
Ven San Rafael ahora mismo y toma estas peticiones (di en voz alta que deseas alcanzar para tu vida, tu casa, tu familia y tu empresa a través de esta oración).
Creo en este momento que mis oraciones han llegado hasta el trono del altísimo.
Así como tú dijiste a Tobías: “Cuando tú y tu nuera Sara oraban, yo presentaba ante Dios vuestras oraciones”.
San Rafael, tú eres el que presenta todas las oraciones que hacemos a Dios, por eso hoy te pido que me ayudes en esta angustia que estoy atravesando.
(Entrega todas tus preocupaciones a Dios para que San Rafael las presente ante la majestad).
Confío en la palabra bendita que dice: “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que presentamos las oraciones ante la majestad de Dios”.
A ti San Rafael, Dios te ha confiado la misión para ayudar a todos los que están oprimidos por el maligno, por distintos espíritus.
Te entregamos a (diga el nombre de la persona o sitio que quiere que sea liberado).
Así como tú liberaste a Sara y ataste los demonios que la atormentaban, también hoy quiero que ates y encadenes a cualquier espíritu que esté oprimiendo mi vida personal y mi mente.
Cuando lleguen pensamientos negativos a mi corazón, cuando sienta rabia y muchas veces deseos de venganza hacia personas que me han hecho daño, que me causaron heridas con sus palabras y actitudes llenando mi corazón de resentimientos y odios (entrega esa persona a Dios).
San Rafael, hoy te recibo y te acepto como el enviado de Dios a mi vida, cambia mi tristeza en alegría, mis temores en confianza en Dios, mis angustias en paz, quita toda opresión del maligno que esté robando mi paz interior.
San Rafael, tú fuiste el enviado de Dios a la casa de Sara para que ataras a esos demonios que la atormentaban causándole dolor a toda su familia.
También hoy quiero que ates todo demonio que quiera perturbar la paz en mi hogar (entrégale todo aquello que robe la paz en tu casa).
San Rafael, así como tú protegiste a Tobías de todo mal y peligro, y le ayudaste a recuperar la plata, hoy también te suplico que conmigo hagas lo mismo; protege mi economía, (entrega tu problema financiero).
Confío en que enviarás un ejército de ángeles alrededor de mi economía para proteger mis bienes materiales y espirituales.
San Rafael, hoy te entrego a mis hijos (nombrarlos) para que los cuides de las malas amistades, del fracaso, de las decisiones equivocadas, de la calamidad, de cualquier trampa del demonio.
Te pido por ellos para que siempre hayan ángeles alrededor de su caminar y siempre estén rodeados de personas sabias, buenas, desinteresadas, que sólo quieren el bien de ellos, personas que los orienten siempre por el buen camino y con su ejemplo.
Te entrego a mis hijos para que siempre los ayudes y los acompañes en las distintas situaciones de su vida, adversidades, tentaciones, decisiones y peligros.
Que cuenten con tu compañía hasta el último día de sus vidas.
Te suplico San Rafael, que así como Dios te envió para cumplir la misión de casar a Tobías, también hoy te entrego a mis hijos(as); para que le consigas el esposo o la esposa que Dios haya predestinado para ellos.
(Si sus hijos son pequeños también ore desde ya por sus hogares, y si son casados también pídale a San Rafael que llegue a sus hogares y traiga sobre ellos las bendiciones del cielo).
Te entrego mi vida, mi casa, mis bienes para que siempre estén protegidos de todo mal y peligro hasta el día de mi muerte. Me apropio de tu palabra que dice:
“Dirijo la mirada hacia los montes ¿de dónde llegará ayuda? Mi socorro me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra” Salmo 121, 1.
Confío en tu promesa Señor que dice: “No te sobrevendrá ningún mal ni la enfermedad llegara a tu casa”. Salmo 91, 10.
San Rafael arcángel ven a nuestro lado, lucha y ruega por nosotros. Amén.
Enviado por: Oscar Alejandro Tamez Bazan. (México)