Oración a la Virgen María Auxiliadora para la salud y sanación de enfermedades

Oración a la Virgen María Auxiliadora para la salud y sanación de enfermedades

Oración a la Virgen María Auxiliadora para la salud y sanación de enfermedades

Oh Virgen María Auxiliadora, en este momento de profunda necesidad y esperanza, me dirijo a ti con un corazón lleno de fe y devoción, buscando tu intercesión poderosa ante nuestro amado Señor Jesucristo.

Eres la Madre compasiva que nunca abandona a tus hijos, y en tu amor maternal encontramos consuelo y fortaleza.

Madre Santísima, tú que eres el refugio de los afligidos y la esperanza de los desesperados, hoy te suplico humildemente que intercedas por la salud y sanación de todos aquellos que sufren de enfermedades.

Conoces nuestras penas y dolores, nuestros temores y angustias, y sabes bien cuánto necesitamos tu auxilio en estos tiempos difíciles.

Te pido, oh Virgen Auxiliadora, que con tu manto de amor y protección cubras a todos los enfermos, especialmente a aquellos que me son queridos.

Que tus manos maternales toquen sus cuerpos y sus almas, trayendo alivio, fuerza y curación.

Intercede ante tu Hijo, nuestro Señor, para que derrame su gracia sanadora sobre ellos y les conceda la recuperación completa.

María, Madre amorosa, tú que conoces el sufrimiento y el dolor, te pido que consueles a quienes se encuentran en camas de hospital, en sus hogares o en cualquier lugar donde luchen contra la enfermedad.

Que tu presencia les infunda esperanza y paz, recordándoles que nunca están solos, sino siempre acompañados por tu amor maternal y la misericordia infinita de Dios.

Te ruego también por los médicos, enfermeras y todos los que cuidan de los enfermos.

Bendícelos con la sabiduría, la paciencia y la fortaleza necesarias para llevar a cabo su noble labor.

Que a través de sus manos y corazones compasivos, puedan ser instrumentos de la sanación divina, reflejando tu amor y dedicación en cada acto de servicio.

Oh Virgen María Auxiliadora, te pido especialmente por aquellos que sufren enfermedades graves y crónicas, por quienes han perdido la esperanza y se sienten abrumados por el dolor.

Intercede por ellos, Madre, y pide a nuestro Señor que les conceda alivio y fuerzas renovadas.

Que puedan encontrar en ti una fuente constante de esperanza y en tu Hijo la gracia de la sanación.

Madre de Misericordia, en tus manos encomiendo también a los familiares y amigos de los enfermos, quienes sufren al ver a sus seres queridos en dolor.

Conforta sus corazones y dales la fortaleza para ser apoyo y consuelo.

Ayúdales a mantener la fe y la esperanza, incluso en los momentos más oscuros, sabiendo que tu amor nunca falla y tu intercesión es poderosa.

María, Estrella de la Mañana, ilumina nuestro camino en estos tiempos de incertidumbre y sufrimiento.

Que tu luz nos guíe hacia la paz y la serenidad, recordándonos siempre que en ti encontramos refugio y en tu Hijo la salvación.

Ayúdanos a confiar plenamente en la voluntad de Dios, aceptando con humildad y fe todo lo que Él dispone para nosotros.

Oh Virgen María Auxiliadora, te pido también por todas las almas que han partido debido a la enfermedad.

Ruega por ellas para que encuentren descanso eterno en los brazos amorosos de nuestro Padre Celestial, y que sus familias encuentren consuelo en la esperanza de la resurrección y la vida eterna.

Madre Santísima, te agradezco de todo corazón por escuchar mis súplicas y por tu constante intercesión.

Sé que en tu inmenso amor y compasión, llevarás estas peticiones a tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, quien nunca rehúsa los ruegos de su amada Madre.

Confío en tu poder y en tu bondad, y espero con fe en la misericordia y la gracia de Dios.

Que tu ejemplo de fe y obediencia nos inspire a todos a seguir los caminos de tu Hijo con valentía y amor.

Que en cada prueba y dificultad, podamos encontrar en ti una guía segura y una fuente inagotable de esperanza.

Gracias, Madre, por tu constante protección y por ser siempre nuestro auxilio en los momentos de necesidad.

Oh Virgen María Auxiliadora, en tus manos encomiendo nuestras vidas y nuestras esperanzas.

Que tu intercesión nos conduzca siempre hacia la sanación, la paz y la salvación eterna. Amén.

Te lo pedimos por tu amado hijo, Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Que Dios te bendiga, y que la Virgen María Auxiliadora siempre te proteja y te guíe. Amén.

Enviado por Dulce María. (México).