Oración Santísima Trinidad para recibir ayuda en momentos desesperados.
Amado Señor, en este día nos acercamos humildes a tu trono lleno de gracia y de esta forma ser merecedores de tus dádivas, dirigid una mirada compasiva a este hijo tuyo en la tierra, que postrado y lloroso demanda vuestra clemencia.
Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria y en medio de tanta grandeza ¿escucharéis mis gemidos?
Sí, porque sois mi Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, pongo mi fe en vos, confieso mi redención y espero el cumplimiento de vuestra palabra.
Alabada y bendita seas Santísima Trinidad.
Desde mi corazón lleno de tribulaciones deseo me concedas la más grande gloria, mi corazón se dilata y siento un regocijo extraordinario.
Mi fe se aumenta y estoy seguro de que seré feliz, pues la peste no contaminar a mi pobre aliento, la desnudez, la miseria, el hambre, no llegarán a mi puerta, el rayo no caerá sobre mi cabeza, el huracán, el temblor y la centella me respetarán y mis enemigos temblaran en mi presencia, pues verán en mi frente el Auxilio Divino.
Mis labios y mi lengua que os han alabado estarán tranquilos y en mi corazón descansará la paz, la resignación y la conformidad en un todo con vuestra suprema voluntad.
En mis enfermedades repetiré mil veces; Santísima Trinidad y este dulce nombre será mi escudo.
En Ti Creo, en Ti Espero, en Ti Confío, y es por eso que arrodillado a tus plantas, te pido para los míos casa, vestido y sustento.
Concédeles la salud, llévalos por buen camino, que sea siempre la virtud la que los guíen su destino.
Tu eres toda la esperanza tu eres mi consuelo, porque eres el dador infinito de vida y el supremo rey.
La alabanza y la gloria sea toda para ti mi rey amado.
En nombre de María la Virgen madre de Dios, te pido que hagas merecedor del perdón y la gracia de los pecados que he cometido hasta ahora.
Ante lo cual prometo preferir morir a volver a recaer en ellos ofendiendo tu divina presencia.
Acudo a tu fiel protección y de tu muy venerada y amantísima esposa para hacerme merecedor de tu gracia infinita y divino amor, y de esta manera me otorgues la luz divina y tu auxilio, salvándome y conduciendo me por buen camino.
Mi Dios, que tu corte celestial, tu poder y tu bondad, los ejércitos y tus fieles, los ángeles y los arcángeles, los santos y tus fieles, invoquemos todos tu nombre grande, tu nombre glorioso y misericordioso, el misterio de tu trinidad.
Y sin agotar ningún sentimiento, digamos en viva voz con todo el corazón, confío y creo, creo y confío, pertenezco a ti y en ti me quiero quedar.
Excelentísimo padre hoy te pedimos que acudas en vuestra ayuda y nos concedas este favor especial por el amor que nos profesas.
Te lo pedimos en el nombre de tu hijo amado nuestro señor Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos, Amén.
A continuación, vuelve a realizar tu petición con mucha fe y si aún no lo escribiste, te recomiendo que para reforzarlo los escribas mientras continúas leyendo esta poderosa oración.
Dios mío, tened piedad de mí, sé en mi amparo y concédeme que no se separe de mis labios vuestra alabanza.
Que si hoy fuera llamado juicio, tenga en mi favor haber repetido constantemente: santísima trinidad en ti confío.
Señor Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria.
Tú que siempre te encuentras presente en nuestra alma donde siempre serás honrada por tu voluntad, nos rendiremos ante tu gloria con todas nuestras alabanzas por siempre.
Agradezco muy humildemente todos los favores que me has otorgado hasta el momento presente.
Te doy gracias desde lo más profundo de mi corazón que me has creado a tu imagen y semejanza que me has redimido con la sangre preciosa de tu querido hijo y que me has conservado y me has salvado al principio de otro día.
Te ofrezco oh señor todo mi ser y en particular todos mis pensamientos, palabras, acciones y sufrimientos de este día y de los días por venir.
Los consagró a todos a la gloria de tu nombre, rogándote que a través de los méritos de Jesucristo, mi salvador, todos puedan encontrar aceptación entre tus ojos.
Que tu amor divino los anime y que todos se ocupen de tu mayor gloria.
Adorable Jesús, mi salvador y maestro, modelo de toda perfección, resolveré y procuraré, hoy, imitar tu ejemplo, para hacer como tú, suave humilde casto, celoso, caritativo, y resignado.
Redoblaré mis esfuerzos para no caer en ninguno de los pecados que he cometido hasta ahora una y otra vez sin cesar.
Porque tú conoces mi pobreza y mi debilidad, que no puedo hacer nada bueno sin ti.
Oh Dios proporciona la ayuda de tu gracia a mis necesidades.
Dame fuerza para evitar todo lo que prohíbes y para practicar el bien que has ordenado.
Permíteme soportar con paciencia todas las pruebas que me envías.
Entrégame la dicha de siempre obrar en el bien y tener la virtud de la compasión que tú me envías, ten en consideración que soy tu y por ello ten piedad de mis problemas y de mis necesidades.
Necesito que siempre estés conmigo, ahora y siempre ante toda difícil situación por los tiempos de los tiempos, Amén.
Respira tranquilamente, siente el amor de la Santísima Trinidad, ese amor incondicional, esa luz que lo ilumina todo, que transforma todo lo malo en bueno, tan solo siéntela y permite que entre a tu ser.
Si te gustó la oración compártela en tus grupos preferidos, con tus seres queridos o con cualquier persona que pueda necesitarla.
Oración Santísima Trinidad para recibir ayuda en momentos desesperados.
Enviado por: Dulce María Vidal. (México) .