Oración a la Santísima Trinidad para que nada falte en tu vida

Oración a la Santísima Trinidad para que nada falte en tu vida

Oración a la Santísima Trinidad para que nada falte en tu vida.

Busca un lugar tranquilo donde puedas relajarte y concentrarte en esta hermosa oración.

Tan solo déjate llevar por la fuerza de la Santísima Trinidad.

Amado Dios todopoderoso y en Él la Santísima Trinidad, hoy te invoco amado Padre, Hijo y Espíritu Santo, quien eres nuestro final y nuestro inicio, hoy rindo homenaje a tu maravilloso ser.

Alabada y bendita seas Santísima Trinidad.

Desde mi corazón lleno de tribulaciones deseo me concedas la más grande gloria, mi corazón tiene la fe puesta en ti y confío de manera fiel en todas las bondades que de ti vienen.

Bríndame tu omnipotente ayuda Padre Celestial, tú crees el buen pastor y con tu siervo Jesucristo más el santo espíritu, te suplico de rodillas que me apartes y liberes de toda maldad, de todo obstáculo y de toda amenaza que pueda ver a mí alrededor o cerca de mis seres queridos.

Sé que con tu ayuda, la miseria y el hambre, no llegarán a mi puerta.

El rayo no caerá sobre mi cabeza, el huracán, el temblor y la centella me respetarán y mis enemigos temblarán a mi presencia, pues verán en mi frente el Auxilio Divino.

Alabado sea siempre Dios, nuestro padre, nuestra fuente infinita de bondad, amor y sabiduría divina.

A ti te debemos la vida y de ti nos proviene el amor.

La eternidad solo se compara con tu grandeza y tu gloria a mi adoración en la eternidad y hasta el fin de los días.

Entrégame la dicha de siempre obrar en el bien y con cuidado para tener la virtud de la compasión que tú me envías.

Ten en consideración que soy tu hijo y por ello ten piedad de mis problemas y de mis necesidades, en especial la siguiente que con urgencia preciso de tu ayuda.

A continuación pídele a la Santísima Trinidad en nombre de Jesús, todo lo que estás precisando para tu vida, pídeselo con mucha fe y escribe tu petición en los comentarios.

Hoy día te lo ruego a través de la intercesión de la santísima madre la Virgen María.

Intercedan por mí con su ayuda y en mi camino por el buen sendero para protegerme de todas las vicisitudes, preocupaciones y problemas de la vida.

Necesito que estés siempre conmigo, entrégame la dicha de aprender a seguir fielmente los pasos y las virtudes de tu vida.

Gloria a ti señor, hijo del padre divino en donde mi alma descanse y se refugia solo en tu sagrado corazón.

Entrégame el ímpetu y la perseverancia para alcanzar cada una de tus enseñanzas, permíteme ser caritativo de manera constante y así obtener eternas riquezas.

No me abandones en cada una de mis batallas diarias y libérame de las tentaciones que el maligno me pone, evita que me atemorice.

Te agradezco Padre, pues eres bondadoso y misericordioso, además siempre estás ahí para mí.

Regálame tu divina bendición para que nada falta en mi vida, te ofrezco, oh Señor todo mi ser y en particular todos mis pensamientos, palabras, acciones y sufrimientos de este día y de los días por venir.

Redoblaré mis esfuerzos para no caer en ninguno de los pecados que he cometido hasta ahora una y otra vez sin cesar porque tú conoces mi pobreza y mi debilidad y que no puedo hacer nada bueno sin ti.

Oh Dios, proporciona la ayuda de tu gracia a mis necesidades, dame fuerza para evitar todo lo que prohíbes, para practicar el bien que has ordenado y permíteme soportar con paciencia todas las pruebas que me envías.

Entrégame la dicha de siempre obrar en el bien y tener la virtud de la compasión que tú me envías.

Ten en consideración que soy tu hijo y por ello ten piedad de mis problemas y de mis necesidades.

Dios mío, trinidad que adoro, ayúdame a olvidarme eternamente de mí mismo para establecerme en ti, inmóvil y apacible como si mi alma estuviera ya en la eternidad.

Que nada puede turbar mi paz, ni hacerme salir de ti, sino que cada minuto me lleve más lejos en la profundidad de tu misterio.

Pacífica mi alma, haz de ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo.

Que no te deje jamás sólo en ella, sino que yo esté allí eternamente, totalmente despierto en mi fe, en adoración, entregado sin reservas a tu acción creadora.

Necesito que estés siempre conmigo, ahora y siempre ante toda difícil situación por los tiempos de los tiempos.

Tú eres el vestido que cubre toda la desnudez, el alimento que alegra con dulzura a todos los que tienen hambre.

¡Pues tú eres dulce, sin nada de amargo!

Revísteme Trinidad eterna, revísteme me de ti misma para que pase esta vida mortal en la verdadera obediencia y en la luz de la fe santísima, con la que tú has embriagado a mi alma.

Te lo pido en nombre de Jesús, Amén.

Toma aire profundamente unos segundos, siente la Santísima Trinidad rodeándote, nuestro padre todopoderoso protegiéndote.

Jesús bajándote esas hermosas enseñanzas que nos vino dar a nosotros los humanos y al Espíritu Santo ingresando en tu ser en cada una de las respiraciones que haces.

Tan solo siente los siente a la santísima trinidad que te guía y te protege.

Si te gustó la oración compártela en tus grupos preferidos, con tus seres queridos o con cualquier persona que pueda necesitarla.

Oración a la Santísima Trinidad para que nada falte en tu vida.

Enviado por: Dulce María Vidal. (México)