Oración para causas muy difíciles lee esta oración y pide a Dios un deseo.
La mejor manera de pedir para que se produzca un milagro es orar y rezar pidiendo lo que necesitamos, pero recuerda que Dios ve en lo escondido porque en él habita.
Así que tu pedido tiene que ser totalmente de corazón.
Deja de lado tu mente, al menos mientras dure esta oración, es la mejor manera de conectar con Dios, y apagar por un rato esa vocecita interna que nunca deja de juzgar.
Reza con tranquilidad, siente lo que dices o escuchas y espera de Él lo que pides de corazón.
Si el milagro no llega tan pronto que tú quisieses, confía, Él sabe lo que hace.
Aunque no lo entendamos Dios sabrá hacernos llegar nuestro milagro, cuando realmente hayamos terminado de aprender lo que nos está enseñando, por más duro que parezca.
Cuando realmente te liberes de esas ataduras mentales, conectarás tan profundo con Él, que todo sucederá más deprisa.
Así que ponte en una posición cómoda, relájate, respira profundamente, y lee con atención la siguiente oración.
Al finalizar nos quedaremos unos segundos focalizándonos en el milagro que queremos pedir.
Aquí estoy Señor, aquí ante tu presencia santa, te adoro y te glorificó, me inclino ante ti mi Dios, reconozco que eres mi luz y mi salvador.
Te amo y en ti me abandono, confío plenamente en ti, sé que siempre estás a mi lado, que nunca me abandonas y siempre me tomas de la mano para levantarme.
No soy nada sin ti mi Dios, no tengo nada si tu no me lo das, pero con tu amor todo lo puedo, con tu amor yo si soy.
Permíteme avanzar hacia ti, aleja de mí lo que me impide, las tentaciones y el gusto por lo terrenal, que no sea mi condición humana mi principal enemigo, sino que tu amor prevalezca en mi corazón y sea notorio en mí peregrinar.
Alabado sea mi Padre, alabado sea el Hijo, también alabado el Espíritu Santo.
Alabanzas para ti mi Señor, ven a mí ven a calmar la sed que tengo de ti.
Ven y deja que en mí florezcan todos tus dones, que sea ejemplo para mis amigos y familiares, que mi palabra sea tu palabra, mis pensamientos los tuyos, y mi voluntad sea toda tuya.
Porque sin ti no puedo avanzar, sin ti no puedo caminar, sin ti todos me persiguen y me acechan, contigo nada me asusta, contigo me siento fuerte, contigo siento paz espiritual, alabanzas y gloria a ti mi amado Señor.
Amoroso Jesús, te ruego que me rodeé con tus santos ángeles para que me cuiden en todo lugar y momento, para que me envuelvan con sus poderosas alas y me guarden de todo mal.
Bendíceme también para que consiga el bienestar que deseo para mí y para mis seres queridos y ayúdame a abrir mis caminos para que encuentre paz y prosperidad.
Amabilísimo Jesús, esperanza mía, concédeme sabiduría y entendimiento, guía y acompaña mis pasos, acomoda mi vida para que salga del estancamiento, aparta los miedos, temores, fatigas, necesidades y dame fortaleza física y mental.
Acrecienta la confianza en mí y alivia las pesadas cargas que me oprimen para que tengan muchas y buenas oportunidades, el progreso, la dicha y la prosperidad lleguen a mí.
Jesús mi señor, mi bien y mi dulce redentor, acude en mi auxilio, remedia mis desdichas, rompe las barreras que me aprisionan.
Despeja, clara y libera mis caminos para que no me falte la salud, el bienestar y el cariño.
Abre las puertas que encuentro cerradas, para que pueda superar las malas circunstancias y permíteme alcanzar la prosperidad espiritual y material que tanto ansío y que tanto necesito.
Maestro Jesús, tú eres mi salvador, mi señor, mi bien y mi dulce redentor, te acepto como tal, en todos los aspectos de mi vida.
Quiero ser mejor, dame tu auxilio para conseguirlo, perdona mis fallos, mis ofensas, mis distanciamientos y encamíname para que nunca más me aleje de ti.
Saca todo mal pensamiento de mi mente, enséñame a seguir y aplicar día a día tu palabra, para que mis sentimientos y mis obras sean buenas y huya de todo lo que no es digno ni grato ante tus ojos.
Espíritu Santo, que viniste a Jesús, te pido vengas a mí hoy, pues con mucha devoción te invoco, por el poder que Dios te ha otorgado te imploró por tu gracia, me concedas los dones que tú puedes brindar.
Temor de Dios, sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia y piedad
Espíritu Santo prometido y donado por el padre, anhelo estar siempre contigo, concédeme el temor de Dios para aborrecer el mal, tener respeto hacia Dios, mi padre y sumisión a su voluntad, apartándome de todo lo que pueda desagradar.
Espíritu Santo, te pido que a través de la fortaleza me regales la valentía para enfrentar las dificultades diarias de la vida, y me des la perseverancia para confiar incondicionalmente en el padre Celestial.
Espíritu Santo de gracia y de misericordia, dale paz y regocijo a mi alma, líbrame de las tribulaciones y angustias, concédeme el don de la ciencia para tener lucidez sobrehumana y para poder ver las cosas del mundo según los ojos de Dios.
Espíritu dulce y benigno, concédeme el don de la piedad para que sea sensible al dolor ajeno, practique la misericordia y la bondad.
Crea en mí un espíritu noble y puro y lléname con tu amor, envía señor tu espíritu para que renueve la faz de la tierra.
Espíritu Santo, fuente de todo bien, ayúdame en mis combates diarios contra el mal y las tentaciones para salir siempre victorioso, quiero ser dócil a tu santa inspiración.
Padre mío ten piedad de mí, pasa tu mano sobre mis heridas y alivia mis dolencias.
Inspírame a renunciar a la desconfianza y a la duda, tómame en tus brazos victoriosos y cura todo lo que no funciona bien en mi vida.
Restáuralo señor por tu amor, por tu infinita misericordia, apacienta mi ser y permíteme vivir en plenitud.
Amado Dios, poderoso y amoroso Padre Celestial, me encuentro al abrigo de tu providencia, dirige mi vida y mis acciones, mis pensamientos y mis sentimientos.
Regálame esa mirada hermosa, generosa y compasiva, escucha mi plegaria señor que hoy te hago desde el fondo de mi corazón lleno de amor por ti.
Libérame de mis dolores, úngeme con tu Espíritu Santo y estaré en paz, embriágame con tu presencia y guíame señor hacia ti y yo iré a tus brazos corriendo de alegría.
Señor purifica mi alma mi mente y mi corazón, cúrame por favor de los resentimientos que pueda tener en mi ignorancia.
Necesito la sanidad de mi alma Señor, perdóname Padre Santo por todas las veces que he pecado, que he herido a mis hermanos y que te he fallado.
Te pido Padre que por tu inmenso amor, me regales el perdón de mis culpas y me enseñes a perdonar y a olvidar las ofensas que he recibido.
Deseo ser libre de estos sentimientos que me causan amargura y dolor.
Desde ya te doy gracias Señor mi Dios por atender mi oración y por darme la paz que mi alma ansia, por darme la sanación de mi cuerpo y de mis sentimientos en el momento justo que tú lo consideres y según sea tu voluntad, Amén.
Ahora pensaremos en el milagro que queremos para nuestra vida.
Concéntrate tan sólo en lo que deseas, no en cómo quieres conseguirlo.
Deja que Dios todopoderoso trabaje sobre ti, permite que esa información venga directo de Dios Padre.
No fuerces tus pensamientos, libera tu mente, tan solo concéntrate en lo que quiere pedir.
Respiramos profundamente una vez más.
Deseo de corazón que esta oración te sea de mucha ayuda, que la hayas disfrutado.
Oración para causas muy difíciles lee esta oración y pide a Dios un deseo.
Si te gustó la oración compártela en tus grupos preferidos, con tus seres queridos o con cualquier persona que pueda necesitarla.
Oración para causas muy difíciles lee esta oración y pide a Dios un deseo.
Enviado por: Dulce María Vidal. (México)