Oración a Dios para calmar las preocupaciones.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Bendito y amado Jesucristo, mis manos se levantan y te rinden culto, mis rodillas se doblan y caen rendidas ante ti, porque hoy te alabo con mi corazón, y en silencio yo busco tu compasión.
Tú vives en mí y en todas mis cosas, tú eres mi fuente y mi luz, tú eres mi gran protector y salvador, tú eres la estrella que ilumina mi vida, eres la palabra verdadera, eres la vida, la luz, mi camino, tú eres testigo fiel de Dios en el mundo.
Oh bendito Jesús, Señor de Señores, por intercesión de María, nuestra santísima madre, siento total confianza de que todo lo que preciso en esta vida, lo obtendré solamente de ti y gracias a ti.
Tú que nos dijiste: “Vengan y síganme”, te pido que nos acompañes y nos guíes en nuestro camino, hacia el encuentro con nuestro Padre Celestial, así que por favor enséñanos a estar siempre cerca de nuestros hermanos y hermanas en la fe.
Señor, permíteme avanzar hacia ti, aleja de mí todo lo que me impide tener una vida mejor, las tentaciones y el gusto por lo terrenal, que no sea mi condición humana, mi principal enemigo, sino que tu amor prevalezca en mi corazón, y sea notorio en mi actuar.
Amado Jesús, ven a calmar mis preocupaciones, ven y deja que en mí florezcan todos tus dones, que sea ejemplo para mis amigos y familiares, que mi palabra sea tu palabra, mis pensamientos sean los tuyos, y todo lo que hago, sea porque estás siempre conmigo.
Todo esto te lo pido, porque sin ti, no puedo prosperar ni avanzar en la vida, pero contigo nada me asusta, contigo me siento fuerte, contigo siento paz espiritual, y por eso en este momento, te pido me concedas este milagro que tanto estoy necesitando y que solo tú me puedes dar:
(En este momento ponte de rodillas ante el Señor, y pídele para que te conceda el milagro que tanto anhelas y necesitas).
Por favor, derrama tu preciosa sangre sobre mi ser Señor Jesús, sella con tu sangre divina cualquier espacio que quede libre por donde pueda penetrar la maldad, para que así, nada ni nadie pueda hacerme daño.
Santísimo Jesús, que tu sangre recorra cada espacio de mi ser, que me bendiga e ilumine tu divina presencia y que cada petición que te hago, milagrosamente se cumpla en mi vida, para que mi ser esté más tranquilo y así poder relacionarme cada vez mejor, con las personas que me rodean, y pueda reflejar tu amor a cada uno de ellos.
Mi Señor, en este instante elimino mediante tu amor protector, cualquier problema que aqueje mi cuerpo, mi mente y mi espíritu, cualquier maldad, demonio o mal pensamiento que ruede a mi alrededor, lo expulso de mi vida y ahora con tu luz infinita, bendigo todo lo que me rodea para que todo cambie de manera positiva desde este momento.
Mi Dios, que la enfermedad no sucumba en mí, que la envidia no fuerce la cerradura de mi corazón y que cualquier mal sea repelido con tu bendita sangre.
Yo sé mi Señor, que con esta poderosa oración, tú me escucharás y me ayudarás, para que pueda entonar alabanzas hacia ti, y para que pueda ver convertido en realidad, el milagro que tanto necesito y espero en mi vida.
Por favor protégeme Señor Jesucristo, de los enemigos del alma y del cuerpo, y sobre todo de cualquier actitud que no sea acorde a tu fe.
Haz que la voluntad del Padre sea hecha en mí, bendice el agua y la comida que día a día me permiten vivir, para que nunca me falte nada en la mesa, y tampoco en la de mis seres queridos.
Te pido mi adorado Jesús, que permitas que antes de los nueve días durante los que haré esta oración, con mucha fe y confiando totalmente en tu poder, yo alcance el milagro que con esperanza te pido, y en agradecimiento, daré a conocer tus favores, para que los que necesiten de ti, aprendan a tener fe y confianza en tu misericordia.
Cúbreme, auxíliame, protégeme y ayúdame, bendito y alabado Jesucristo, asísteme ampárame y condúceme a la Gloria Celestial.
Por favor ilumina mi caminar, así como el sol ilumina el amanecer, y que cada día aumente más y más mi confianza y fe en ti.
Que la dicha y la salud estén en mis puertas, que la prosperidad y la abundancia entren a mi casa, que la riqueza y la buena suerte moren en ella, que la felicidad, el amor y el bienestar económico siempre en ella estén presentes.
Y que la bendición de nuestro Dios Padre omnipotente, la tuya amado Jesucristo y la del Espíritu Santo, descienda sobre mí y sobre toda mi familia y seres amados, hoy y por siempre.
La mejor manera de pedir que se produzca un milagro es orar y rezar pidiendo lo que necesitamos.
Enseña a tus hijos a rezar a la virgen María y Ella cuidará de tu hijo, con la ayuda del ángel guardián.
Si te gustó la oración compártela en tus grupos preferidos, con tus seres queridos o con cualquier persona que pueda necesitarla.
Oración a Dios para calmar las preocupaciones.
Enviado por: Soraya Guzmán. (México).