Oración a Santa Marta casos imposibles.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Santa Marta milagrosa, me acojo a tu amparo y protección, entregándome a ti para que me ayudes en mi tribulación y en prueba de mi afecto y agradecimiento, te ofrezco propagar tu devoción.
Consuélame en mis penas y aflicciones, te lo suplico por la inmensa dicha que alegró tu corazón, al hospedar en tu casa de Betania, al Salvador del mundo.
Intercede por mí y por toda mi familia, para que conservemos siempre en nuestros corazones a nuestro Dios, viviendo en su gracia y detestando toda ofensa contra Él, para que sean remediadas nuestras necesidades, y en especial, esta que ahora me aflige.
En este momento con mucha fe, hacer la petición que usted necesita.
Te suplico me ayudes a vencer las dificultades, con la fortaleza con que venciste, por el poder de la Cruz, al dragón que tienes rendido a tus pies.
Santa mía, Santa Marta, me acojo a tu protección y amparo en prueba de mi afecto y fe, te ofrezco esta luz que en tu honor encenderé.
Gloriosísima Santa Marta, que tuviste la dicha y el placer de hospedar a Jesús, junto con tu familia que tanto adoraba su labor.
Le brindaste tus servicios y pusiste tus manos a trabajar para que se sintiera cómodo y a gusto.
Que acompañada de tus hermanos María Magdalena y Lázaro, oíste atentamente la doctrina que infundía en su conversación.
Te imploro por mi familia y por mi bienestar, para que jamás falte el pan, la armonía no se irrumpa y el amor fluya como la brisa por las ventanas de mi aposento.
Cada miembro de mi familia sea bendecido por ti, sus acciones sean bien vistas por el Señor y de tal manera, sólo Dios y nada más que él, viva y reine en nuestra casa libremente.
Desata a mi familia de las cadenas que los espíritus malignos intentan atar en su piel para que la desgracia espiritual no sean un problema nuestro.
Nuevamente con mucha fe, hacer la petición que usted necesita.
Te pido el auxilio y apoyo en cuidar a mis hijos, que no caigan en malas manos, ni lenguas, y bríndame la larga vida y el honor de verlos crecer, ver como son unidos a Dios padre todopoderoso, y una vez que parta al cielo, esperarlos a tu lado y del Señor, pacientemente. Amén.
La mejor manera de pedir que se produzca un milagro es orar y rezar pidiendo lo que necesitamos.
Enseña a tus hijos a rezar a la virgen María y Ella cuidará de tu hijo, con la ayuda del ángel guardián.
Enviado por: Dulce María. (México).