REFLEXIÓN DEL AMOR A DIOS.
Embriágate de la vida,
bébete la vida a sorbos
unas veces amargos, otras
veces dulces como la miel,
pero que jamás te hieran o
te lastimen sentires ajenos.
Que tu vida tenga sentido
un porqué, un para qué;
interrogantes itinerantes,
perseverantes y triunfantes
en cada despertar a la vida,
y al amor de Dios, no dejes
de sorprenderte Dios te creó
con amor y para vivir en amor.
El verdadero amor de Dios
es gozo, es indescriptible
e incomprensible para las
almas que viven llenas de
odio, de celos, de maldad.
La verdadera felicidad consiste
en dar, hasta que duela, amar
purifica al corazón, amar se
intensifica el dar sin esperar
nada a cambio; amar es una luz
divina genuina, viene del cielo;
viene de Dios, y eclipsa, funde.
Eclipsa la mente y el corazón,
la razón de ser integralmente.
A Dios es a quien debemos
el honor y la Gloria solo a El;
ora por mi, como lo hago por ti,
por tu familia, comunidad, hermandad.
País, y la paz del mundo entero.
Oro para que no estés triste,
oro para que tengas luz, alegría,
paz, equilibrio y armonía en tu vida. AMEN.
Autora: LUZ DEL CARMEN GÓMEZ OROZCO.