Caminar con el poder del Espíritu Santo para ser próspero en la vida

Caminar con el poder del Espíritu Santo para ser próspero en la vida
Caminar con el poder del Espíritu Santo para ser próspero en la vida

Caminar con el poder del Espíritu Santo para ser próspero en la vida

Caminar con el poder del Espíritu Santo para ser próspero en la vida
La importancia de obedecer a Dios es algo primordial en la vida del cristiano, pero no lo puedes hacer por tus propias fuerzas, no puedes tu solo(a) vivir la vida que Jesús quiere que vivas.

Solo la puedes vivir por medio del Espíritu Santo, que es el que te da el poder para hacerlo.

Cuando los discípulos estuvieron llenos del Espíritu Santo, fué entonces cuando recibieron el poder de Dios por el que dejaron de ser hombres llenos de temor y miedo para convertirse en valientes seguidores de Jesucristo.

Dios se valió de ellos para cambiar el curso de la historia.

Este mismo Espíritu vive en ti y es capaz de darte ese poder de vivir en Jesucristo vida santa y fructífera.

Hermano(a) qué maravilloso es saber que el Espíritu Santo, que es una persona divina, está dentro de ti, que Él te enseña, te prepara, te capacita y te dirige en todo lo que hagas.

Piensa en Él, Él tiene un plan definido para tu vida.

El quiere sacar de lo más profundo de tu personalidad, los talentos que ni siquiera sabes que los tienes, Él desarrollará estos talentos para la gloria de nuestro amado Señor y Salvador Jesús.

Y a través de ello te proporcionará el mayor gozo y felicidad que jamás hallas conocido.

Él quiere vivir en tu cuerpo, pero Él puede vivir solo en el cuerpo de aquellos que lo admiten. Si todavía no lo haz hecho, acéptalo ahora, en este momento.

Invítalo a ocupar el lugar que le corresponde en tu corazón.

Él te dará plena libertad, victoria y poder, y sobre todo la maravillosa paz de Dios.

No serás más ciego espiritualmente, ni esclavo del pecado; Él está aquí sobre la tierra, en el mismo lugar donde tu estás.

Nadie podrá recibir el nacimiento espiritual sin el poder y la presencia del Espíritu Santo.

Jesús dice:

“El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son Espíritu y son vida” (Juan6:63)

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: Si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo”. (Apocalipsis 3:20)

Cuando tu le abres la puerta de tu corazón, el Espíritu Santo entrará.

Solo tu puedes hacerlo y nadie podrá impedirlo.

Cuando Él entra ocurre entonces:

1. Que tu conciencia es puesta en acción de tal manera que derramarás lágrimas de arrepentimiento, serás movido a producir cosas hermosas.

Ha ocurrido así en todas las esferas de la vida en el pasado y en el presente.

Él satisface todas las demandas de tu vida.

2. El peso de la convicción de tu pecado es quitado.

Lo primero que el Espíritu Santo hace al entrar en el alma del pecador, es aplicar la preciosa sangre derramada de nuestro Señor Jesucristo al alma del creyente.

Te hace sentir el perdón de Dios en virtud de los méritos del sacrificio de Cristo y es cuando eres limpiado de todo pecado.

3. Ahora el Espíritu Santo puede manifestar su maravilloso poder vivificante.

Él se une a tu espíritu para crear el milagro del nuevo nacimiento, es en ese momento que tu nombre es inscrito en el Libro de la Vida. (Apocalipsis 20:15)

Ahora tienes discernimiento espiritual, pues la Palabra de Dios se hace viva en tu vida, es el alimento para tu alma.

Te da la entrada al mundo espiritual y consiguiente al cielo.

¿Cómo puede alguien caminar o experimentar la llenura o plenitud del Espíritu Santo?

Cuando Jesús entra en tu corazón, el Espíritu Santo mora en ti.

Su propósito es llenarte constantemente y fluir a través de ti hacia los demás.

Tu te conviertes en un canal para Él y su plenitud hace que te sea posible transmitir el mensaje de Dios hacia los demás.

Un creyente debe dar tres pasos para ser lleno y controlado por el Espíritu Santo:

1. Inclina tu rostro y abre tu espíritu al Espíritu de Dios; confiesa tu pecado, desobediencia, vacío y necesidad de ser limpiado. (1ª Juan 1:9)

2. Presenta cada miembro de tu cuerpo para que Dios lo transforme en un instrumento de justicia en sus manos. (Romanos 12:1)

3. Pida a Dios que te llene, te domine y te capacite, y crea que Dios ha respondido tu oración (Lucas 11:13).

Sin la plenitud del Espíritu es absolutamente imposible que un creyente o un iglesia puedan vivir u obrar según la voluntad de Dios.

¡Camina en ese poder… Sé lleno del Espíritu Santo!

Enviado por: Anita Torres. (México)