DOMINGO DÍA DEL SEÑOR TAMBIÉN

DOMINGO DÍA DEL SEÑOR TAMBIÉNEl evangelio de este domingo, como todos los domingos, tiene infinitud de aplicaciones porque la Palabra de Dios no es algo acabado; es eso: “El verbo Encarnado”. Es decir: es una persona, la Segunda de la Santísima Trinidad. Por eso la variabilidad de homilías que surgen los domingos en la Misa en todo lugar fundamentadas en el Verbo y en la plenitud del Magisterio Eclesial contenido en la proclamación de nuestra fe: el Credo Nicenoconstantinopolitano.

De ahí la riqueza de sermones sacro con lo que los fieles son alimentados y fortificados espiritualmente para poder cumplir con el mandato: “ Missio”, que cada domingo en Misa reciben del sacerdote en nombre de Jesucristo.

En la medida que el fiel tome en serio ese mandato de ir hacer vida el evangelio en todos los ambientes; en esa medida su vida irá siendo conformada de tal manera que, sentirá no antipatía por las cosas de Dios, sino gozo y apego por ser cada vez más fiel al Señor. Y es evidente que su ejemplo influirá para bien de su familia y de la sociedad en que se desenvuelve en sus diferentes relaciones.

Eso significa que los Estados, todos, deben de apoyar y reconocer la importancia de la religión católica, porque en cierta forma anima y fortalece los espíritus habida cuenta que propone opciones enmarcadas en la búsqueda sincera del bien.

Si no existiera la presencia real y concreta de la evangelización en el mundo; pues el mal hoy estaría todavía mucho peor y volumétricamente gigantesco y sin una rendija por donde visualizar una esperanza de algo mejor. Porque los Estados manipulados por mentes sucias y sin ética se tornan en tiranos e impositores de su voluntad maléfica sin poder razonar dónde yace el bien o el mal, y por lo mismo, sin poder concretar las opciones correctas y empujar las políticas sociales de acuerdo a la dignidad de la persona humana.

He ahí la importancia de la evangelización para hacer de este mundo un ambiente en donde los criterios no sean para empapar de sangre los territorios nacionales con la violencia en contra de la vida humana en todas sus etapas. Pues se mata a los niños al inicio de su concepción, se los mata por hambre y colectivamente, se los mata más tarde cuando han crecido y se han casado y no encuentran trabajo digno, y cuando viejos inútiles, se les aplica la eutanasia. Todo eso y más son los males que la religión y el evangelio denuncian y rechazan porque ningún ser humano ni institución deben practicarlo.

Todo eso indica que quienes están a favor del mal no miran en las homilías dominicales, sino una fuerza opositora, y se sienten dañados en sus intereses y por lo mismo, con derecho, según sus mentes torcidas, de socavar la imagen institucional de la Iglesia Católica, y sobredimensionar los errores de su parte humana para llenar de lodo su rostro.

No conciben a la iglesia como una bendición , sino como una realidad con la que, hay que acabar, Y una de las formas de hacerlo es crear e imponer un marco de leyes en línea opuesta a lo que la fe, la religión y el evangelio proponen como lo mejor para la humanidad.

Y de esa forma se usa la palabra “democracia” como una fachada para imponer el mal legalmente. ¿Y qué responsabilidad tienen los ciudadanos al no meditar su voto y dárselo a una persona que no se define ante el mal del aborto, las uniones homosexuales, la eutanasia, legalizar las drogas, etc.?

Pues hay una responsabilidad moral de no dar el voto a personas que no se definen con claridad y que más bien se inclinan por el mal social; no obstante, sean del partido de tus amores.

El evangelio es diáfano: “ningún cristiano del mundo debe practicar el mal”.

“Amar a Dios sobre todas las cosa y al prójimo como a ti mismo”, son los lineamientos que deben regir todo tipo de política social, económico, educacional, etc., y esa es la esencia que brota como pastoral de cuantos sermones se escuchan en las Misas dominicales.

Entonces todo cristiano debe ir a Misa dominical no solamente para compartir el Pan de Vida, también para escuchar con sumo cuidado lo que Dios dice en su Palabra Sacra y ponerla por obra para no ser como aquel que planeó construir su casa sin hacer los cálculos debido, y quedó en ridículo por no poderla terminar.

MANUEL AGUIRRE.