Compadécete Señor de los enfermos del cuerpo y del alma y apiádate de nosotros pecadores

Compadécete Señor de los enfermos del cuerpo y del alma y apiádate de nosotros pecadores
Compadécete Señor de los enfermos del cuerpo y del alma y apiádate de nosotros pecadores.

¡Oh Cristo Jesús Salvador
y Redentor del hombre!
¡Cuánto dolor infrahumano
debiste pasar por nosotros.

¡Qué solo! ¡Qué triste! ¡Qué callado!

Mira como te hemos dejado
en ese estado de dolor, de
muerte, tu cuerpo sufriente,
quedó inerte por nuestros
pecados, y lepra del alma.

Olvidamos que vives en los enfermos,
así de solos, tristes, y callados están
tantos enfermos en el mundo entero
en los asilos, casas, y hospitales.

Acompáñalos, no los dejes solos
Señor Jesús, danos amor, caridad
y comprensión para dedicarles tiempo.

Apiádate de todos los enfermos Señor,

acompáñalos en su soledad, pena y dolor,
atenúa sus dolencias, suple sus carencias
con tu amor.

Y a nosotros pobres pecadores,
danos el consuelo de sanar nuestras
heridas del corazón, al perdonar y
perdonarnos, si tu quieres puedes
sanarnos.

Por tu Dolorosa Pasión acuérdate
de estos hijos tuyos.

Ten Misericordia de nosotros
y del mundo entero.

Jesús Misericordioso
ten compasión de nosotros
que confiamos siempre
en Ti. AMÉN. <>

Autora: Luz del Carmen Gómez Orozco.